De cara al nuevo escenario, la noticia del nuevo premier y de algunos cambios en el gabinete no nos trae mayores modificaciones estructurales. Ya pasó la gran coyuntura nacional del 2016 – 2018, ya el fujimorismo no es ese gran actor de peso. Ahora se abre una nueva etapa en la política nacional que nos permite ver más limpiamente -sin la fuerza naranja de por medio-, al modelo económico neoliberal que hegemoniza la política nacional hace décadas.

En ese marco, tenemos a un gabinete que continúa la política que el Presidente de la República, Martín Vizcarra, y su ex-premier, César Villanueva, decidió empujar desde que rompió relaciones con el fujimorismo a mediados del 2018. Es decir, que no se toque el espinazo del modelo, sustentado cuasi religiosamente en los precios de los metales, las grandes extractivas, la ya promovida Política Nacional de Competitividad y Productividad, y su especial reforma laboral.

El resto puede cambiarse. Por ejemplo, Vizcarra hizo alianza con el fujimorismo en un inicio, y a través de ellos con sectores conservadores, así como luego deshizo esa alianza, incluyendo a los sectores conservadores. Pero nada de eso modificó el modelo. Por ello el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es el gran guardián del campo de poder del neoliberalismo, junto con uno que otro ministerio más que le hacen de megáfono. Y muchas veces, los otros ministerios son parte de la correlación de fuerzas políticas del momento.

Eso por un lado. ¿Pero de que correlación de fuerzas hablamos? Por ejemplo, ¿por qué volver a colocar a Del Solar, si es que ha sido un ministro de Kuczynski, el presidente renunciante? Creo que el presidente Vizcarra está pensando que al no tener a la ciudadanía en la calle apoyándolo como lo hizo de una u otra manera el año pasado con la lucha anti-corrupción, necesita de alguna forma retomar esa relación. La presencia de Del Solar sería parte de esta apuesta.

Pero no solo ello, sino que también vemos todo lo concerniente a la paridad, la lucha en contra de la violencia contra la mujer, y hasta la igualdad de género, como parte de esos gestos políticos. Una agenda que en general ya se encuentra instalada como preocupación en los grandes medios de comunicación, y es algo que ha sido asumido como una bandera de lucha democrática por muchas mujeres, un gran avance tal como lo ha mostrado la última movilización del 8 de marzo.

Lo que quiero decir es que este gobierno necesita tener respaldo ciudadano ya que no posee partido ni bancada segura. Es de urgencia para el Presidente tener una correlación de fuerzas con la ciudadanía. Es que si antes le resulto todo lo concerniente en cuanto a la lucha anti-corrupción, ahora está buscando por donde empatar. En esa línea va el gabinete paritario y el premier Del Solar.

Sin embargo, ¿Del Solar volverá a involucrarse en la Reconstrucción con Cambios?, es una agenda que no ha levantado y que el ahora premier trabajó durante el tiempo que fue ministro. ¿Del Solar cambiará de opinión respecto a la Consulta Previa a los Pueblos Indígenas, teniendo el precedente de su cartera de Viceministerio de Interculturalidad que se oponía a esta y que más bien era de opinión pro-empresarial?, igualmente ¿veremos que posición distinta respecto al Lugar de la Memoria (LUM), cuando Del Solar indicó que no debía ser lugar para el activismo político?

En ese marco, el ejecutivo estaría apostando, como no podía ser de otra manera, por la permanencia del modelo neoliberal, pero también por tal vez realizar no solo algunos gestos políticos a agendas de amplios sectores democráticos, siempre y cuando no afecten el stablishment. De esa forma estarían pensando conseguir parte del apoyo ciudadano –y por lo tanto legitimidad- que tanto necesita al no tener partido, bancada propia, ni mayor poder en el Congreso. Es algo así como estar en moda retro.

En medio de todo, los grandes ausentes de este nuevo gabinete siguen siendo los mismos de siempre: los pobres. Por ahí creo que irá el escenario. Frente a ello la jornada del 03 de abril convocada por la CGTP y la Asamblea Nacional de los Pueblos, que pretende volver a retumbar las calles contra la apuesta de reforma laboral planteada en la Política Nacional de Competitividad y Productividad –DS 345- tiene un gran reto a empujar.

Finalmente. Los sectores que queremos el cambio, que nos oponemos a este modelo tan excluyente y que genera mayor pobreza –tenemos 400 mil nuevos pobres según el último estudio de OXFAM en Perú-, tenemos de cara al nuevo escenario, ya habiéndonos sacado de encima a los naranjas, un reto que asumir. Es necesario mantener y continuar con las luchas y las reivindicaciones de los amplios sectores democráticos, más aún ante la siempre latente amenaza conservadora y fascista, pero también es urgente ingresar a las agendas de necesidades básicas de la población, como salud, trabajo, vivienda, educación, entre otras.

Puede ser que en medio de todos estos cambios pueda abrirse paso una alternativa distinta, nueva, democrática, patriótica, progresista pero también anti-neoliberal. Es lo que percibo de manera aún muy rápida; las semanas aclararán el panorama.